martes, 7 de septiembre de 2010

Evacuación

En la literatura especializada suele señalarse que un Hospital no es evacuable y, aunque esto es defendido por la mayoría de los expertos, lo cierto es que puede llegar a necesitarse, aunque sea como última medida.
Precisamente por la dificultad que comporta es por lo que hace más necesario tener preestablecida una posible evacuación.


La razón argumentada a veces de la no posibilidad de evacuación de un Hospital no debe ser utilizada para no planificar la misma, por cuanto pese a su dificultad y a sus consecuencias puede evitarse que la catástrofe sea mayor.
La evacuación total de un hospital es además de difícil, improbable, pero no las evacuaciones parciales o traslados a otras zonas no afectadas, por lo que cada área del hospital deberá contar con su propia sistemática de evacuación.
Naturalmente dicha sistemática será diferente en algunas áreas del Hospital, como las Unidades de Cuidados Intensivos, Neonatología, Hospitalización de Traumatología, etc. Al menos las Unidades de pacientes críticos y los bloques quirúrgicos deberán disponer de sus sistemáticas especiales de evacuación.


Si se desea que la evacuación sea verdaderamente eficaz hay que partir de dos premisas fundamentales: que sea ordenada y que se sigan vías preestablecidas.



Ello viene determinado, en principio, por el escaso o limitado tiempo con el que se cuenta, y por la necesidad de solventar las reacciones de pánico que suelen provocar los siniestros.



Como norma general de actuación debe recordarse una vez más el principio básico de la Medicina de Catástrofes, en el sentido de primar el interés colectivo frente al individual.
 En toda sistemática de evacuación han de constar al menos:


•Unas normas generales para el personal.



•Una definición de prioridades igualmente en función del área a evacuar, tipo de enfermos y disponibilidad de personal.


•Una metodología del traslado de enfermos, en virtud del tipo de Unidad a evacuar.

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